Biografía de Genaro Phillips
Pintor dominicano, nació en Santo Domingo el 19 de septiembre de 1955. Es un artista único, espontáneo, critico, creativo, trabajador incansable, que ha logrado llevar su arte a galerías y museos nacionales e internacionales. Este artista siempre se toma en cuenta para representar el país en grandes eventos nacionales e internacionales.
Galardonado por las Naciones Unidas (ONU), premio E. León Jiménez, seleccionado en la ciudad de New York para representar la Republica Dominicana en la exposición itinerante <>, en el Centro de Bellas Artes de Miami, Museo de Arte de New Orleáns Louisiana, wadsworth atheneum hartford, connecticut. Seleccionado por las líneas aéreas APA y AA para sus revistas . Invitado por la Universidad Interamericana de Puerto Rico y la Universidad de Puerto Rico a realizar exposiciones individuales en sus recintos.
Tiene 8 exposiciones individuales, celebrando recientemente sus 26 años en las arte con su retrospectiva UN VUELO DE LUZ. En el dominico americano Ha participado en numerosas exposiciones colectivas, como 100 años de la pintura dominicana, museo de las casas reales, Artistas del caribe hispano, inner tropical center of the arts coral gables, FL. Apertura de la galería ALINKA arte contemporáneo. y en las bienales nacionales.
En 1995 sus obras fueron exhibidas junto a las del maestro Wifredo Lam en el Center for the fine arts, Miami.
El trabajo artístico de Genaro Phillips le ha merecido la atención de críticos como Shifra Goldman en los Estados Unidos, Mirna Rodríguez en Puerto Rico, y los principales críticos de la Republica Dominicana.
Su producción artística la ha desarrollado en sus estudios de New York, New Jersey y la Republica Dominicana.
Genaro Phillips nace en la Republica Dominicana en 1955, egresado de la Universidad Autónoma de Santo Domingo, de la Escuela Nacional de Bellas Artes, estudio arte moderno en los Museos de New York METRPOLITANO y MOMA. Profesor de arte de UNAPEC y la UNPHU.
CRITICAS
EN LA PICTÓRICA DEL ARTISTA GENARO PHILLIPS
Por Abil Peralta Agüero Aica
Los artistas en la generalidad de los casos no se detienen a explorar o conocer los estados emocionales opsicológicos-estéticos, materia de una fuerte visualización adentro del espectador.
Phillips no pinta para mirar con los ojos del adentro, pinta, crea, escribe y suscribe, un
repertorio icnográfico para ser sentido como materia viva, adentro; en el misterio mismo, de la mirada y la capacidad de contemplación interior del que mira el arte .
Logra el artista con sus masas cromática de rojo salpicadas de nerviosos naranjas, provocar giros, gestos y movimientos que connotan urgencias reflexivas en el subconsciente perceptor, porque en su obra hay formulaciones estéticamente complejas que registran invisibles estados emocionales del que mira.
Su pintura lIama a vivir inéditas experiencias emocionales quevan mas allá de la función social, psíquica y antropológica de la obra de arte . Utilizando recursos tan complejos como el tachismo y el frottagge,el artista se apropia de su integra capacidad dibujística para proporcionarnos una obra en la que se hace evidente el ejercicio de libertad como una resonancia del ser -su ser -el ser del otro- del que mira.
Como quien plantea, analízando a profundidad su arte, el critico de arte Efraín Castillo, la poética de Phillips obtiene en ocasiones alcances tan hondos en sus es-peculaciones filosóficas, que sus formulaciones estéticas anotan fenómenos de la conciencia tan perversos como la indiferencía, situándola como una categoría revelada en su obra, inscrita dentro de los estatutos del pecado.
-"incluida- la indiferencia- entre los siete pecados capitales", nos dice el prestigioso narrador y escritor dominícano, reflexionando sobre las revelaciones estéticas y semánticas que se pueden mirar y sentir cuando descomponemos las estructuras léxicas del discurso visual de GenaroPhillips;
En esta nueva muestra, tres obras alcanzan unos niveles de factura y resolución arquitectónica en su diseño., dibujística y capacidad de expresión visual que es necesario proponerlas al espectador como obras maestras: "La espera" y "Marca de libertad", creadas por artista quien a pesar de su irrenunciable humildad, es hoy portador de un pensamiento estético, que en los códigos de su pictorialidad esta llamado a dar mas de la excelencia que ha sabido darnos en obras de conjunto como una buena parte de las que integran la presente exposición.
*Miembro de la Asociación Internacional de Críticos de Arte, Aica. Secretario General de la Asociación Dominicana de Críticos de Arte y Director de ARTes en Santo Domingo, revista internacional especializada en arte caribeño.
GENARO PHILLIPS
Por Amable López Meléndez
Evocaciones. Este es el título de la exposición de Genero Phillips en Fausto Art Gallery. La misma se ha inaugurado el pasado jueves 3, constituyendo una grata sorpresa para quienes no habíamos podido observar de cerca un conjunto curado de la producción de este artista en los últimos diez años. En este conjunto, la profundización de una poética evocadora que no vacila en polisintetizar los mitos ancestrales con los rituales cotidianos, más la madurez de la personalidad y del oficio, son rasgos que determinan una nueva etapa en la obra y en la trayectoria de Genaro Phillips. Ahora los críticos fondos azules de una pintura que no se sacudía de las ataduras folclóricas ni de las referencias formales (literarias) de las primeras vanguardias europeas del siglo XX y de los maestros de la plástica nacional, han sido suplantados radicalmente por líricas superficies enfebrecidas y atmósferas vibrantes en composiciones de múltiples planos alternativos, fluidos y contrastantes.
Para llegar a este momento de su obra pictórica, Genero Phillips tuvo que abandonar la isla y marcharse a los EstadosUnidos, permaneciendo en un exilio autoimpuesto durante 9 años. Al arribar a la ciudad de Nueva York en el año 1989 su caso no fue el mismo de muchos artistas cubanos que llegaban a Norteamérica y Europa y de inmediato encontraban galeristas, curadoes y críticos que los situaban entre los "grandes" representantes del arte latinoamericano. Pero la persistencia es uno de los rasgos distintivos de la personalidad de Genaro Phillips. En Nueva York se dedicó a perfilar su obra y se fue abriendo paso entre las galerías y las instituciones culturales hasta el grado de ganar la atención de los más actualizados curadores y autorizados tratadistas del arte latinoamericano contemporáneo. Así encontramos las pitas de su participación en la importante exposición Caribbean Vision: Contemporary Painting and Sculture, exhibición, itinerante que recorrió más de veinte museos de Europa y los Estados Unidos entre 1995 y el año 2002.
En los grandes museos, en las galerías, en los talleres de los otros artistas y en el suyo propio de la ciudad de Nueva York, ha encontrado Genaro Phillips el retroalimento necesano para renovar la misma voluntad estética que nos lo deja ver como una de las personalidades creadoras más transparentes de la Generación del 80. En un seguimiento que se extiende más allá de los tres lustros, advertimos que en la volición estética de Phillips siempre será enfática la persecución del equilibrio entre los contenidos formales y los contenidos objetivos de la obra pictórica. Si anteriormente en esta pintura resaltaban el símbolo y los signos de la narrativa y la historicidad, ahora el color, la línea, el espacio y la materia nos deparan un universo imaginario de corte neoexpresionista en el que el objeto pictórico proclama su propio impacto visual, sin desviaciones anecdóticas ni referencias a otros universos, al mismo tiempo que nos hace advertir el gran sustrato vanguardista sobre el que se asientan estas últimas pinturas de la serie Evocaciones.
En estas imágenes reverberantes, el vuelo evocador de Genaro Phillips se remonta hacia proyecciones universales. Así advertimos al artista moviéndose entre la aglutinación y la fuga: dos constantes claves que nos permitirán vislumbrar las coordenadas en que se reactiva el contexto estético contemporáneo en Santo Domingo. Es como si el artista hubiera tenido que marcharse, alejarse y asumir la diáspora constante que caracteriza un aspecto esencial de nuestra identidad cultural. Pero la asunción de tal identidad no se produce en la piel o en la corporeidad, sino en la preservación de una energía ancestral y en la transformación de la propia consciencia; en la plasmación de una imaginería y un universo visual que encuentra sus más profundos cimientos en nuestra tradición pictórica y en la asimilación de los hallazgos más preclaros de las vanguardias históricas de la modernidad. y esto ya si es fuga y aglutinación.
Así, Genaro Phillips ha consumado la trashumancia del arquetípico perseguidor de sueños y tesoros transformadores. Su estadía en las grandes ciudades, le ha venido acercando cada vez más a su búsqueda esencial. Su extrañamiento lo ha situado más cerca de su pueblo y de su tiempo.
Su momento de fuga ha devenido en uno de los más fructíferos retornos y en una nueva obra que, ganando depuración y nuevos significados imprevistos, se abre a nuevos niveles de disfrute e intelección, al mismo tiempo que se aleja del totemismo, del antropologismo historicista y de los débiles mimetismos mágico-mitológicos que siguen marcando una gran parte de la pintura .latinoamericana, para tornarse más aleatoria, más lúcida, más poética y más comprometida con las búsquedas claves del sistema pictórico.